martes, 29 de noviembre de 2016

Mi paz interior… no es negociable


Considero que una las incesantes búsquedas del ser humano está asociada a la de la paz, que aunque cada persona puede tener un concepto y percepción de ella, en términos generales encierra el estado en el cual nos sentimos serenos, sin perturbaciones externas o internas y más allá de la situación que vivamos podemos encontrar nuestro centro y refugiarnos en él.
Ciertamente hay condiciones que favorecen o atentan contra los estados de paz, con la capacidad que tiene cada quien de mantener la calma, de estar tranquilos, no disimulando, sino realmente inafectado por lo que ocurre. No tiene que ver con indolencia, ignorancia o poca empatía, tiene que ver con un estado de consciencia que permite romper un vínculo de identificación con las situaciones, que en escenarios corrientes nos definen.

Debemos tomar el control de nuestra vida y establecer los parámetros que sean necesarios para sentirnos a gusto, esto en un principio podrá ser vulnerado por personas que no contribuyan a nuestro estado de equilibrio, por momentos de ansiedad a lo que pueda ocurrir, por situaciones estresantes o que nos empujen a preocuparnos de manera constante. Sin embargo, mientras más dominio tengamos de nuestra mente y mayor facilidad desarrollemos para conectarnos con nosotros mismos, será mucho más difícil que los factores externos puedan perturbarnos.
Debemos hacer un análisis interior y ver qué tipo de proyecciones estamos haciendo en nuestra vida, qué tipo de situaciones toman protagonismo, qué tipo de personas son las que nos rodean y buscar siempre mantener la armonía, independientemente de lo que vivamos, que todo tenga un espacio, un orden y una posición en nuestra escala de prioridades.

Tengamos la suficiente autonomía como para manejar las cosas que nos afectan, no le demos mayor poder a nada de los que nos ocurra y ante cualquier conflicto externo, refugiémonos en nuestro interior, allí está todo lo que necesitamos, todo lo que buscamos y eso que llamamos paz, felicidad, que inclusive se la podemos endosar a alguien más está justo dentro de cada quien.
Nuestro mundo exterior debe ser un reflejo de nuestro mundo interior, si vivimos en un caos físico, alguna relación está teniendo con cómo nos sentimos, así que un buen avance consiste en darle orden a nuestros espacios, a los sitios en los cuales nos desenvolvemos, como es adentro es afuera. Nuestras actividades también deben estar planificadas, esto nos evitará el estrés propio de la desorganización e improvisación y tendremos más espacios físicos y mentales para dedicarnos a lo importante.
►No negocies tu paz con nadie, cualquier cosa cuyo costo sea tu paz, es extremadamente costosa y de seguro no valdrá la pena.

SaraTibet 
http://rincondeltibet.com/

2 comentarios:

  1. Sólo quien toma control de su vida puede vivir en paz. Se puede vivir en paz aunque uno esté rodeado de adversidades, a condición de que seamos quienes condicionamos la mente y no los acontecimiento.

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  2. Así es Francisco; o nosotros manejamos las circunstancias o las circunstancias nos manejan a nosotros. Como en todo, como siempre, la elección es nuestra. Te abrazo.

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