jueves, 3 de agosto de 2017

La habitación del silencio


Si decidimos aprender a tocar un instrumento musical, no nos sentamos a practicar en medio de Times Square, con todo ese ruido sin fin, todo este caos crónico. Buscamos un lugar de silencio y confort. Cerramos la puerta. Encontramos paz, silencio, quietud. De la misma manera, si queremos aprender a regular nuestras emociones, a tocar las notas de la música de nuestro cuerpo emocional y tratar de averiguar cómo se siente, creamos un lugar de silencio, una quietud perfecta. Y entonces practicamos.

Nosotros somos el instrumento; tocamos las cuerdas, y las cuerdas son las emociones. Aprendemos a identificarlas y sentirlas a medida que surgen. Aprendemos acerca de nuestro instrumento emocional en este lugar de quietud. Claramente, el lugar de quietud está en la mente. Con disciplina y práctica, creamos este lugar. Y entonces, desde ahí, aprendemos a observar y sentir las sutilezas de las emociones, la música que se reproduce nuestro cuerpo-mente todo el tiempo. El silencio infinito y la música emocional siempre estuvieron allí, pero no sabíamos que estaban allí. En esta habitación del silencio estamos practicando la expansión de nuestra conciencia.

(Durante las primeras cuatro semanas de nuestro Curso creamos este lugar.) Desarrollamos el músculo del observador. Nos damos cuenta de lo que está sucediendo en el interior de nuestro cuerpo al observar objetivamente; lo hacemos en nuestra habitación del silencio, este lugar tranquilo en nuestra mente donde podemos estar al tanto de cualquier cosa que surja. Y más tarde, después de dominar nuestro instrumento emocional, lo sacamos al mundo y podemos tocarlo con éxito en Times Square. Podemos movernos por el mundo con la confianza y la certeza de que estamos tocando las notas correctamente y estamos en control de nuestra propia experiencia emocional.

La atención plena no se limita a sentarse en una silla y respirar. Se trata de encontrar una manera de vivir nuestra vida plenamente, cada aspecto de nuestra vida. No permanecemos para siempre en la habitación de silencio. Tenemos que salir a la vida, vivir la vida. Las prácticas de mindfulness que enseñamos te dan las pautas para responder conscientemente en lugar de reaccionar inconscientemente. Participamos activa y hábilmente en la regulación de nuestros cuerpos. Tras ello, Mindfulness se vuelve fundamental en todo lo que hacemos.

  • Fuente: Mindful Science

  • https://sanacionholisticasalamanca.wordpress.com

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