miércoles, 6 de abril de 2016

Laniakea




Entre la locura emocional de la humanidad que incursionamos día a día, vemos como cada vez se hace más necesario, diría imprescindible tomar el camino de regreso al hogar, pero nuestro concepto 3D muchas veces es insuficiente para definir hogar.

La matriz externa a nuestro ser tiene muchas capas, tal vez en un mismo día si nos movemos un poco (relaciones, trabajo, actividades comunitarias, etc), atravesamos distintos desafíos a nuestro centro, en forma de emociones, estímulos para las mismas, o imágenes fugaces de juicio (si es que somos conscientes).

Cuando descubrimos esto se nos abre un extenso panorama de experiencias para nuestro ser interno, poco acostumbrado a pasearse desnudo por estos planos de forma consciente. Por supuesto que el grado de consciencia determina la experiencia, pero siempre es un paso más hacia el Hogar, que puede estar aquí mismo, ahora.

Aun así, con todo lo leído, con todo lo aprendido, la tarea para los que llevamos varios años de este presente y presumiblemente –ya que de momento solo lo intuyo y lo sueño- somos almas viejas, resulta en un movimiento y reacomodación de estructuras internas continuo y rapsódico, sin duda reconociéndome en el Uno a cada momento, con cada persona, animal, planta, ser vivo... La Sopa de Dios, del Universo… y al mismo tiempo observando el panorama de lo que se presenta en lo externo, viendo el conflicto terrenal al desnudo y con una prístina claridad su luz central que al mismo tiempo se disuelve en mi trayéndome la paz. El Instante Santo.

Entonces cada día dirijo mi atención a este presente lleno de desafíos, intercambio posibles conocimientos en textos de Maestros y de hermanos de buena voluntad, y en ese intercambio, al hacerse a través de esta matriz de capas,  lo que llega al otro, al prójimo, es a través de esas capas porque entiendo que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio discurrir por esta experiencia de vida, ¿cómo saber qué siente el otro?...

Somos espíritu usando varios vehículos experienciales

Los ‘quiero’ y ‘necesito’ de este juego, los despliego desde las pequeñas cosas. Anhelo un jardín y para no tener que esperar a tenerlo porque vivo en un piso, germino en macetas y tiestos todo lo que pueda cuidar, y hablar con los retoños y veteranas y ya exuberantes plantas. Legado materno. Le encontré el sentido a su amorosa afición por las plantas y a los ‘yuyos’ medicinales. No todas las transmisiones familiares son meramente negativas o positivas, es una marea más en las capas de la historia personal, y aunque no seamos el personaje, en las diferentes capas puede hacerse necesario, te manifiestas desde ti a través de las capas o adaptado a ellas, ahí el desapego es de la necesidad de controlar, hay un nivel macro que se manifiesta cuando actúo desde el ser, aun a través de ciertas partes del personaje. Al menos esto es desde la perspectiva de mi consciencia al escribir el momento, este momento.

Mis construcciones internas, vallas y defensas son partes de las exo-capas que intentan prevalecer después de quien sabe cuantas vidas.

Mucho ha cambiado en estos tiempos y hoy puedo decir que nos hallamos aquí/acá/allá en el Todo, puedo sentir la consciencia del todo, trascendiendo lo transitorio y disfrutando el proceso.

Cuando me entrego y me despliego, y soy yo mismo quien se despliega y se entrega, yo mismo el que observa y se ve  a sí mismo, y se acepta, y fluye con la esencia. Y me sorprendo fluyendo con todo en el día, en la vigilia de la luz.

Aquella sensación que en este plano relacionamos con la felicidad infantil de la magia de la vida, ser liviano, volar…el cielo inconmensurable.

Podemos estar hasta arriba de trabajo y obligaciones, siempre dependerá solo de nosotros que ello nos abrume hasta olvidar la magnificencia de estos tiempos en los que no se necesitan las certezas, porque ello no es más que un concepto sin energía. Podemos negar la evidencia, pero esta vida nos alcanza siempre.

Nada me puede apartar del sendero, estoy y estamos creando algo nuevo; todo lo que pensábamos era la vida, sus reglas y valores, se desvanece ante  la verdad, la historia personal no es más que una proyección para nuestra experiencia dual, la colectiva en consecuencia, y siento que así es. Siempre recuerdo a Carl Sagan cuando representaba en una gráfica el tiempo lineal entre el big bang y el presente, donde la historia humana conocida ocupa el equivalente a la cabeza de un alfiler en la inmensidad de tiempo…

Ahora sabemos que lo que considerábamos Universo es mucho más vasto que lo imaginable, pensábamos en una época nuestro hogar la Tierra, en otras el Sistema Solar, más adelante nuestra Galaxia la vía Láctea, y hoy es Laniakea un sistema de galaxias con un Gran Atractor hacia el que se dirigen todas las galaxias contenidas en ella, unas cien mil, y se estima que habrá unos seis millones de supercúmulos de galaxias como el nuestro…

Laniakea, Cielo Inconmensurable en Hawaiano, la lengua del sitio del descubrimiento científico, ¿habrán aplicado el hoponopono en sus investigaciones?...

Podemos tener todos los problemas inherentes a una situación caótica tan divulgadas por los medios, ya sea de índole económica, familiar, laboral, existencial, depresión o decepción,  pero si sabemos nuestro centro, si actuamos desde ahí, si echamos mano de toda esta energía que nos abre los ojos, la mente y el corazón, si sabemos que somos apenas una mota de polvo en la inmensidad de Laniakea, TODO está perfecto y es así como estamos construyendo la nueva tierra, siendo conscientes del ‘para que’, para un bien mayor, siempre para un bien mayor.

Vórtice




martes, 5 de abril de 2016

¿Quieres ser feliz? Evita estos 8 caminos‏

El  fin último de la vida, dicen, es ser feliz, y cada cual traza caminos, que con mayor o menor fortuna, intentan dirigirnos hacia aquello que, con desespero, esperamos encontrar.



La felicidad, como todo concepto, es imposible de abarcar o definir para satisfacción de todos. Cada cual tiene su acepción propia, su idea íntima, la interpretación que más le acomoda. Quizá, durante siglos, haya sido la palabra fundamental que todos han perseguido, piedra angular en la que se fraguó todo comportamiento humano, figura de humo que tan pronto como la acariciamos con los dedos se nos escapa.

La finalidad de la ética, cuando nació en Grecia, era procurar un modo de vida que nos hiciera felices, con la contraprestación de asumir el deber de ser buen ciudadano. Pero pronto, otros filósofos se alzaron como voces discordantes cuando propusieron que, si la meta en la vida es la dicha, estamos presos del movimiento natural y pendular de la vida, y habremos de contemplar la desgracia como hermana gemela del estado de felicidad al que nos agarramos con uñas y dientes, imposible de sostener durante mucho tiempo. Los estoicos, los filósofos con más entereza de ánimo de cuantos hubo, hablaron de la ataraxia, concepto con cierto regusto oriental: lo importante es tratar de alcanzar la serenidad, estado ecuánime situado en el medio y a la vez más allá del bien y del mal. Solo importa ejercitarse en el arte de mantenerse y habitar el centro de uno mismo, como dintel de un sólido portal, donde estaremos guarecidos de todo terremoto. Ni la euforia, tan tontamente asimilada como felicidad, ni la desgracia, sentimiento cercano a la impotencia, lograrán sacudirte.

Entonces, ¿qué puede ser la felicidad? Seguro que, aunque cada cual tenga su idea de lo que es ser feliz, todo coincidirán en lo básico: es un estado de ánimo, una vibración, en realidad algo que ya se nos presupone de por sí y que lo material solo nos puede recordar que ya tenemos. Si basamos nuestra dicha en un coche o en un ático, estamos dando fuerza a la desgracia que, claramente, implicará su pérdida. Luego, si eres feliz, lo serás por añadidura con lo material. En caso contrario, en cuanto te canses de tus juguetes, volverás a recordar cuán desgraciado eres. Por lo tanto, perseguir la felicidad, como la libertad, el amor o la paz es pretender escaparse de lo que uno verdaderamente puede hacer en el día a día para que sea ese estado sea el que nos alcance a nosotros: poco a poco, descubriéndonos y conociéndonos a nosotros mismos, nos daremos cuenta de que no hay nada fuera que no esté ya dentro. Si en el mundo hay guerra y despropósito, es que dentro de uno también lo hay. Termina con tu batalla interior y ayudarás que en el mundo haya menos guerra.
Por lo tanto, si no es posible alcanzar ningún estado, ¿cómo sintonizar con él? A esta pregunta nuevamente cada cual habrá de responder para sí aquello que le acomode: ningún libro, maestro ni escuela serán sinceros si tratan de darte las coordenadas para tu GPS. 

Propondremos 8 caminos que no convienen transcurrir si es esto lo que deseas: la felicidad siendo quien eres y teniendo lo que tienes.
  • No deposites esperanzas en el pasado ni en la estúpida creencia de que solo allí pudiste ser feliz: estás desperdiciando increíbles oportunidades del presente, lugar que habitarás durante el resto de tu vida, para comenzar de nuevo, para ser feliz.
  • No te aferres, no intentes detener el paso del tiempo ni finjas que algo no terminó cuando de hecho ya sucedió. Nada dura para siempre, ni lo bueno ni tampoco lo malo: si fundamentas tu felicidad en algo material, sea una empresa, tu pareja, los hijos, un coche,… estarás dando fuerza a que, una vez no estén a tu cargo, seas un completo desgraciado.
  • No te refugies en la cabeza planeando y maquinando continuamente qué es lo que te hace feliz: estás dejando de lado el terreno de los afectos, del gozo de vivir, de sentir. Todos aquellos que estuvieron al borde de la muerte y regresaron coinciden en lo mismo: aquello que recordaron mientras se iban es lo mismo que aquello que cuidan cuando regresan: mosaicos hechos de pequeños momentos que se compartían con los seres más queridos y que ahora vuelven a cotizar. Jamás nadie recordó la última nómina ni la última letra de la hipoteca.
  • No postergues ninguna decisión, no temas vivirte como un principiante, no desprecies el don que te fue dado. Si te traicionas a ti mismo, traicionarás las posibilidades que te fueron confiadas para ser feliz. Basta con muy poco. En realidad casi con nada. Como dicen los taoístas: quien mucho acumula, sufrirá grandes pérdidas.
  • No desoigas tu intuición y trata de satisfacer tus deseos en la medida que puedas, o no los aumentes si sabes que no los has de poder colmar. Sentirse desgraciado es sentirse insatisfecho, puede que seamos responsables de ello si nos proponemos metas imposibles que, sospechosamente, se parecen demasiado a las del vecino y no a las genuinamente nuestras.
  • Si permaneces siempre activo, si te dejas llevar por la vorágine de los acontecimientos, cabalgarás todo el tiempo encima de un tigre loco que parará cuando él quiera, sin tu poder decidir el momento. Cultiva el arte de estar en ti mismo, de sentir el cuerpo, sea a través de la meditación o del deporte.
  • Si cierras toda posibilidad a que lo nuevo llegue, incluso si petrificas tu concepto de la felicidad y no lo dejas fluir, estarás condenado al dolor. Los conceptos cambian con nosotros, con nuestras vivencias y nuestras experiencias. Si no puedes, al menos finge aceptar el cambio. Por la imitación, decían en la Edad Media, también se llega a la santidad. Imita tu mejor yo, y personaje y actor devendrán uno.
  • Partiendo de la base de querer tener éxito en todo lo que se emprenda, incluido el deseo de ser feliz, nuevamente estaremos vertiendo energía al aspecto opuesto: el fracaso, que será la sombra que nos acechará. Todos buscamos lo mismo: el verdadero logro es reconocer en el otro nuestra oportunidad de ser ya felices, de reencontrar ese estado de ánimo, y de vibrar tan alto como podamos con él.

No se trata de tener, si no de ser mientras se tiene.
No se trata de alcanzar, si no de darse cuenta de que ya se ha logrado.
No se trata de ganar, si no de darse cuenta de que no se compite.
Algún día lograrás aquello que siempre deseaste, estoy seguro, y te darás cuenta de que, mientras lo esperabas, vivías en la excusa de no sentirte feliz cuando en realidad ya podías vivirte como tal: el momento es ahora.

Quizá te suene duro, pero en este preciso instante, ya lo tienes todo para ser feliz.

Luis Miguel Andrés Llatas

domingo, 3 de abril de 2016

La Resistencia al Cambio

Todas aquellas situaciones que traen algún nivel de conflicto en tu interior te están mostrando que hay algo en tu sistema de creencias que no te permite vivir en estado de paz y felicidad continuo.

¿Buscas ser feliz?
¿Quisieras experimentar paz interior de una manera más permanentemente?

Todos consciente o inconscientemente buscamos: ser felices y vivir en paz. Cada quien busca la mejor manera de hacerlo con base en la información que tiene, sin embargo no todos encontramos permanecer en estos estados o incluso siquiera experimentarlos.
La resistencia al cambio es una de las características mas sobresalientes del ego. Con mucha frecuencia nos encontramos diciendo: “no quiero mas problemas”, “no puedo más”, “necesito vacaciones para estar en paz”, etc. 

Lo paradójico de todo esto es que cada instante de nuestras vidas, el universo nos está dando las oportunidades para encontrar dentro de nosotros la paz y la felicidad que tanto añoramos, pero ante éstas el ego lucha, se defiende, huye, se victimiza, busca justificaciones para permanecer en el mismo estado, que aunque no genera lo que realmente se quiere, representa comodidad y seguridad. 

Seguridad que es irreal porque la verdadera seguridad está en lo que ya ha estado disponible para nosotros siempre: la paz y la felicidad, son virtudes que podemos experimentar a partir de decisiones conscientes y no automáticas. 

Liderar la vida bajo el mando del ego, nos lleva a utilizar ineficientemente nuestros recursos energéticos. Todas aquellas situaciones que traen algún nivel de conflicto en tu interior te están mostrando que hay algo en tu sistema de creencias que no te permite activar y experimentar un estado de paz y felicidad continuo. 

Son precisamente estas situaciones y personas las que te están dando la oportunidad de transformar tu sistema de creencias o ego, en consciencia. El conflicto se agranda cuando el ego cree que tiene la razón, se vuelve rígido e impide ensayar nuevas opciones. 

La flexibilidad, la creatividad, la curiosidad, el interés por aprender y descubrir cada vez mas acerca de ti son virtudes que des-inercian neuronas y sirven de base para explorar qué hay detrás de todo aquello que no genera satisfacción. 

Ante cada situación o persona que genera algún tipo de dificultad pregúntate:
¿Qué he hecho para lograr este resultado?
¿Qué puedo aprender de mí a través de esta situación o persona?
¿Qué debo hacer para no volver a llegar a este resultado?

Reflexiones acerca del Nuevo Hombre


UN NUEVO HOMBRE PARA UN MUNDO NUEVO
Transformándonos nosotros para transformar la sociedad

Hace mucho tiempo, un Maestro querido hablaba a nuestro corazón acerca del cambio y la evolución y nos decía: “Los zapatitos que usábamos a los cinco años eran muy lindos y confortables. Si los queremos usar ahora nos van a apretar y resultarían disfuncionales

Creo que esto está pasando actualmente cuando seguimos afirmando lo que significa ser un ser humano en claves que ya son obsoletas. Las nuevas energías y experiencias vitales cuestionan ese concepto aprendido y encarnado de quiénes somos y piden que despertemos a una redefinición de nuestra identidad. Como mujeres y hombres aprendiendo a visionar y vivir en el paradigma de Unidad necesitamos asumir la responsabilidad de lo que significa ser una partícula dentro de un universo multidimensional interconectado.



Estamos aprendiendo a pasar de la mirada egocentrada a la mirada almacentrada, del sentirnos seres individuales y desconectados a sabernos seres comunitarios inmersos en un Plan mayor. Al crecer nuestra conciencia de la red de interconexión que nos une, cada vez tenemos más claridad acerca de que sólo podemos estar en paz si estamos en armonía con el Todo. Eudaimonia, en palabras de Platón, el estado de armonía del Alma.

  • El Alma ve cosmos donde la mente lineal ve caos.
  • El Alma avista evolución donde la psique siente inestabilidad e inseguridad.                     
  • El Alma percibe libertad donde el ego se asusta por falta de control.
  • El Alma reconoce complementariedad donde la mente ve opuestos.
  • El Alma recoge perlas de aprendizaje en aquello que la percepción polarizada considera problemas o dramas.
  • El Alma advierte preciosa sincronicidad en lo que la racionalidad considera casualidades del azar.
  • El Alma ve unidad en la diversidad en lugar de fragmentación y soledad.
  • El Alma encuentra riqueza en el silencio y el vacío, en el encuentro íntimo consigo mismo, en la gratitud y en el servicio.

El aprendizaje de la individualidad y el fortalecimiento de un ego sano y maduro, autosostenedor, fue un paso importantísimo en la evolución de la conciencia humana personal y colectiva. El movimiento que estamos haciendo ahora como humanidad  nos permite, sin menoscabar nuestra individualidad, darnos cuenta de  que pertenecemos a una unidad mayor: conciencia de “uno mismo”  y conciencia de “ser parte” simultáneamente, como la ola se sabe mar y la hoja árbol. 

Nuestra identidad se expande cuando nos sentimos integrados en la vida y esencia de un cuerpo más amplio y, finalmente, de todo lo Que Es.

Hay técnicas y herramientas que facilitan el pasaje del culto al ego al cultivo del Alma. Y hay modos que hacen esto más accesible. Uno de ellos es transitar el camino con compañeros en el viaje espiritual como co-responsables de la creación conjunta del nuevo mundo.
Una comunidad del alma no es un grupo de apoyo emocional programado para compartir las penas, ni un grupo de sostén para curarse de una determinada enfermedad ni uno del tipo de autoayuda para sanar las adicciones. Un grupo de desarrollo espiritual tiene como objetivos compartir despertares místicos y experiencias trascendentes, desarrollar la propia maestría y explorar maneras de servir al Bien Común apoyándose unos a otros en la consecución de ese fin.

Ramón Muñoz Soler dijo “La humanidad nueva va despertando a un nuevo sentido de comunidad planetaria y cósmica, y el fundamento espiritual de esta nueva comunidad es la reunión de almas… La nueva mística es una mística de participación con las almas similares” y Caroline Myss “Con el acompañante de espíritu uno comparte un vínculo de reverencia por el viaje en que ambos se encuentran y el modo en que han escogido caminar por la Tierra. …hablan de temas que nutren el espíritu de ambos y se ayudan uno a otro a apreciar los regalos divinos que hay en su vida… utilizan su respectiva luz interior para encendérsela uno a otro”

Un compañero espiritual es alguien que nos asiste a ver la vida “a través del alma, con el alma, en el alma”. Por haberlo experimentado, puede dar veracidad de las intuiciones, sincronicidades y experiencias transracionales. Nos ayuda a sostener la práctica espiritual y el fuego vivo de aquello que nuestro corazón más quiere. Alienta nuestro crecimiento a través de: 1) compromiso de lograr el objetivo, 2) fe en el resultado, 3) confianza en el amor y la sabiduría del grupo.



La sangha, el encuentro de almas en comunidad, en común-unión, nos ayuda en dos movimientos de la conciencia. 

El primero, de tipo “horizontal”, consiste en expandir y hacer cada vez más integradoras nuestras creencias.

En el otro movimiento de la conciencia, de tipo “vertical”, es el mismo ego quien es examinado y cuestionado para que alcancemos una identidad más auténtica. Esta trascendencia del ego es un salto cuántico que produce una liberación y transformación radical. Dejamos de percibirnos y experimentarnos como un ser  individual aislado y empezamos a ver y sentir no “mi vida” sino “la Vida” manifestándose en mí. En lugar de considerar “yo hago” reconocer que “el Todo se moviliza a través de mí”; en vez de “yo tengo una idea” la percepción se abre a que “la Totalidad se expresa a través de mí”.

Tenemos el privilegio de ser una generación “puente” entre algo que ya resulta obsoleto y lo nuevo que estamos ayudando a surgir. Empezamos a experimentar el pensar y sentir en clave colectiva, con valores comunitarios, con una sabiduría vinculante basada en la ayuda mutua y la solidaridad. 

¡Y sólo podemos hacerlo juntos!



Conciencia sin barreras


sábado, 2 de abril de 2016

¿Sabías que la inteligencia se hereda de la madre?


Las personas inteligentes deben agradecerles a sus madres ya que, según la ciencia, son ellas las encargadas de transmitirle los genes relacionados con la inteligencia. Por tanto, quizá los estereotipos de género que hemos arrastrado a lo largo de tantos siglos estén a punto de dar un vuelco radical. Las madres solteras que quieran tener un hijo inteligente no necesitan buscar a un Premio Nobel en un banco de esperma y es probable que los hombres comiencen a encontrar en la inteligencia de las mujeres su mayor atractivo.

En la base de esta idea se encuentra lo que se conoce como “genes condicionados”, los cuales se comportan de manera diferente según su origen. En práctica, estos genes tienen una especie de etiqueta bioquímica que permite rastrear su origen e incluso desvela si son activos o no dentro de las células de la descendencia. Curiosamente, algunos de esos genes condicionados solo funcionan si provienen de la madre. Si ese mismo gen se hereda del padre, es silenciado. Obviamente, otros genes funcionan de manera contraria; es decir, solo se activan si provienen del padre.

Las células de la madre se dirigen a la corteza cerebral, las del padre al sistema límbico


Sabemos que la inteligencia tiene un componente hereditario, pero hasta hace poco se pensaba que este dependía tanto del padre como de la madre. Sin embargo, diferentes investigaciones desvelan que los niños tienen mayores probabilidades de heredar la inteligencia de su madre ya que los genes de la inteligencia se encuentran en el cromosoma X.

Una de las investigaciones pioneras en este ámbito se realizó en el año 1984, en la Universidad de Cambridge. Este estudio analizó la coevolución del cerebro y el condicionamiento del genoma, para concluir que los genes maternos contribuyen en mayor medida al desarrollo de los centros de pensamiento del cerebro.

En aquel estudio los investigadores crearon unos embriones de ratones especiales que tenían únicamente los genes de la madre o los del padre. Sin embargo, cuando llegó el momento de trasladarlos al vientre de un ratón, los embriones murieron. Así fue como se descubrió que existían genes condicionados que se activaban solo cuando eran heredados de la madre y que son vitales para el desarrollo adecuado del embrión. Al contrario, el legado genético del padre es esencial para el crecimiento de los tejidos que más tarde forman la placenta. 

En aquel momento los investigadores hipotetizaron que si esos genes eran tan importantes para el desarrollo del embrión, era probable que también desempeñaran funciones relevantes en la vida de los animales y las personas, quizá incluso podrían determinar algunas funciones cerebrales. El problema era cómo demostrar esa idea ya que los embriones con genes de un solo progenitor morían rápidamente.

Los investigadores encontraron la solución: descubrieron que los embriones podían sobrevivir si mantenían las células embrionarias normales y manipulaban el resto. Así crearon diferentes ratones manipulados genéticamente que, asombrosamente, no se desarrollaron de la misma forma. 

Los que tenían una dosis extra de genes maternos desarrollaron una cabeza y un cerebro muy grande, pero tenían cuerpos pequeños. Al contrario, los que tenían una dosis extra de genes paternos tenían cerebros pequeños y cuerpos grandes. 

Al profundizar en estas diferencias los investigadores identificaron células que solo contenían genes maternos o genes paternos en seis partes diferentes del cerebro que controlaban distintas funciones cognitivas, desde los hábitos alimenticios hasta la memoria. 

En práctica, durante los primeros días de desarrollo del embrión, cualquier célula puede aparecer en cualquier parte del cerebro, pero a medida que los embriones maduran y crecen, las células que tenían los genes paternos se acumulaban en algunas zonas del cerebro emocional: el hipotálamo, la amígdala, la zona preóptica y el septum. Estas áreas forman parte del sistema límbico, que es el encargado de garantizar nuestra supervivencia y está involucrado en funciones como el sexo, la alimentación y la agresividad. Sin embargo, los investigadores no encontraron ninguna célula de los padres en la corteza cerebral, que es donde se desarrollan las funciones cognitivas más avanzadas, como la inteligencia, el pensamiento, el lenguaje y la planificación.

Nuevos estudios, nuevas luces


Por supuesto, los científicos han continuado investigando esta teoría. Años más tarde, Robert Lehrke desveló que gran parte de la inteligencia de los bebés depende del cromosoma X. Además, demostró que como las mujeres tienen dos cromosomas X, tienen el doble de probabilidades de heredar las características vinculadas a la inteligencia. 

Recientemente, investigadores de la Universidad de Ulm en Alemania estudiaron los genes involucrados en los daños cerebrales y descubrieron que muchos de ellos, sobre todo los que están relacionados con las habilidades cognitivas, se encontraban en el cromosoma X. De hecho, no es casualidad que la discapacidad mental sea un 30% más común en el género masculino.

Sin embargo, quizá uno de los resultados más interesantes en este sentido proviene de un análisis longitudinal llevado a cabo en el Medical Research Council Social and Public Health Sciences Unit de Estados Unidos. En este estudio se entrevistaron anualmente desde el año 1994 a 12.686 jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 22 años. Los investigadores tuvieron en cuenta diferentes factores, desde el color de la piel y la educación hasta el nivel socioeconómico. Así descubrieron que el mejor predictor de la inteligencia era el C.I. de la madre. De hecho, el C.I. de los jóvenes se apartaba tan solo una media de 15 puntos del de sus madres.

La genética no es la única responsable


Si nos apartamos del ámbito genético, también podemos hallar otros estudios que desvelan que la madre desempeña un rol importante en el desarrollo intelectual de sus hijos, a través del contacto físico y emocional. De hecho, algunos estudios apuntan que el apego seguro está íntimamente vinculado a la inteligencia.

Investigadores de la Universidad de Minnesota, por ejemplo, encontraron que los niños que han desarrollado un apego seguro con sus madres desarrollan un juego simbólico más complejo a la temprana edad de dos años, son más perseverantes y muestran menos frustración durante la resolución de problemas. 

Esto se debe a que el apego seguro les brinda a los niños la seguridad necesaria para explorar y la confianza suficiente como para resolver problemas sin desanimarse. Por otra parte, estas madres también les suelen proporcionar a los niños diferentes niveles de ayuda en la resolución de problemas, los cuales contribuyen a estimular aún más sus potencialidades.

La importancia de la relación afectiva para el desarrollo del cerebro ha sido demostrada por investigadores de la Universidad de Washington, quienes desvelaron por primera vez que un apego seguro y el amor de las madres es fundamental para el crecimiento de algunas partes del cerebro. Estos investigadores analizaron durante 7 años la forma de relacionarse de las madres con sus hijos y descubrieron que cuando estas apoyaban emocionalmente a los niños y satisfacían adecuadamente sus necesidades intelectuales y emocionales, a los 13 años el hipocampo de estos pequeños era un 10% mayor que el de los niños que tenían madres distantes emocionalmente. Vale aclarar que el hipocampo es una zona del cerebro vinculada con la memoria, el aprendizaje y la respuesta ante el estrés.

¿Podemos hablar realmente de inteligencia heredada?


Se estima que entre un 40-60% de la inteligencia es heredada. Esto significa que el porcentaje restante depende del entorno y la estimulación. De hecho, la inteligencia no es más que la capacidad para resolver problemas. Sin embargo, lo curioso es que para resolver problemas, incluso un problema matemático o físico, también entra en juego el sistema límbico pues nuestro cerebro funciona como un todo. Por tanto, aunque la inteligencia es una función que está íntimamente relacionada con el pensamiento racional, también influye la intuición y las emociones, que genéticamente hablando, es el punto en el que entra la contribución del padre.

Por otra parte, no debemos olvidar que aunque un niño tenga un elevado C.I., es necesario estimular esa inteligencia y alimentarla a lo largo de la vida con nuevos retos que representen un desafío constante. De lo contrario, la inteligencia se estancará.

Más allá de lo que afirme la genética, los padres no se deben desanimar porque también pueden contribuir mucho al desarrollo de sus hijos, sobre todo estando disponibles emocionalmente y convirtiéndose en su modelo. El C.I. con el que nacemos es importante, pero no determinante.

Psicología/Jennifer Delgado

Fuentes:
Luby, J. L. et. Al. (2012) Maternal support in early childhood predicts larger hippocampal volumes at school age. Journal of Proceedings of the National Academy of Sciences; 109(8): 2854–2859.
Der, G. et. Al. (2006) Effect of breast feeding on intelligence in children: prospective study, sibling pairs analysis, and meta-analysis. BMJ; 333(7575): 945.
Zechner, U. et. Al. (2001) A high density of X-linked genes for general cognitive ability: a run-away process shaping human evolution? Trends Genet; 17(12): 697-701.
Keverne, E. B.; Surani, M. A. et. Al. (2004) Coadaptation in mother and infant regulated by a paternally expressed imprinted gene. Proc Biol Sci.; 271(1545): 1303–1309.
Vines, G. (1997) Mamá, gracias por la inteligencia. El Mundo; 253. 
Keverne, E. B.; Surani, M. A. et. Al. (1996) Genomic imprinting and the differential roles of parental genomes in brain development. Brain Res Dev Brain Res; 92(1): 91-100.
Keverne, E. B. et. Al. (1996) Primate brain evolution, genetic and functional considerations. Proc. R. Soc. Lond. (Biol); 264: 1-8.
Matas, L.; Arend, R. A. & Sroufe, L. A. (1978) Continuity of adaptation in the second year The relationship between quahty of attachment and later competence. Child Development; 49: 547-556.